La Paz en el Señor...
10:20
Y a veces
te sucede que el canto se te hace amargura y el calor taladra tus sentidos. La
vista no se posa en un solo objetivo y no logras vislumbrar la salida ante la
oscuridad.
No te
afanes, eso sucede, peores cosas te podrían pasar. En ocasiones nos creemos los
súper héroes capaces de solventar y solucionar todo lo que está dentro y fuera
de nosotros. ¡Cierto! lo podemos lograr; pero no solos.
Hay alguien
más que nosotros, que tomó nuestra condición humana, cargó con nuestras
flaquezas, con nuestro oprobio y penas para salvarnos y mostrarnos que su amor
por nosotros es aún más fuerte que todo lo que nos agobia.
Él es Cristo,
con el podemos lograrlo todo, sin él perdemos y nunca ganaremos. En el podemos
encontrar armonía y dulzura en el canto de libertad, por el abrimos los ojos a
la luz y la paz. La paz de sus ojos.
Te invito a
que te abandones allí, en la paz de su tranquilidad. ¡Que es difícil! lo sé.
¡Que me cuesta creerlo¡ tranquilos también ha sucedido a muchos, pero después
de dar el primer paso, es como el niño que por vez primera se lanza en el
tobogán del parque, luego que lo intenta una vez y gana confianza perdiendo el
temor, se le hace fácil confiar y lanzarse para reír y divertirse.
Animo,
confiemos en Cristo. La verdadera paz sólo viene de él, de su presencia que es
redención.
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