Siempre es y será complicado. Siempre será una marcha con freno de mano puesto. Y es que nos enrollamos tanto o simplemente no prestamos atención a lo valioso e importante de la vida.
No dejes a un lado el esfuerzo que se hace por
ti. Valora más, agradece más y observa más. En algún momento todo será silencio,
silencio ensordecedor que nada podrá hacer desaparecer por más que quieras.
Es como cada amanecer, con sus cantos, colores,
olores, alegrías y brisa suave; todo esto cada día para nosotros, para ti, y en
ocasiones lo menos que hacemos es mirar, agradecer lo que nos regla la Providencia.
Es así como ese novio que se esmera en lucir
bien para ella y al llegar ella lo nota y pondera el esfuerzo, la alegría en el
es grande. Así como cuando simplemente esperas y esperas algo no diferente,
pero si más intenso y poderoso. Toca seguir adelante, desapegarse, frenar y no
detenerse, seguir sirviendo y amando.
Dios te bendiga.