La luna es un símbolo de la belleza, la pureza y la esperanza. Su luz ilumina las noches oscuras y nos recuerda que Dios está con nosotros. Hoy he tomado varias fotos de la luna, que quiero compartir con ustedes en este blog. Cada una de ellas me ha inspirado a reflexionar sobre la figura de la Virgen María, que es la luna de los cristianos.
María es la madre de Jesús y nuestra madre también. Ella nos acompaña en nuestro camino de fe y nos ayuda a acercarnos a su Hijo. Ella es la intercesora por excelencia, que ruega por nosotros ante el Padre. Ella es la que nos consuela en las dificultades y nos anima a seguir adelante. Ella es la que nos muestra el rostro de Dios, lleno de amor y misericordia.La luna tiene diferentes fases, pero siempre está presente en el cielo. Así también María tiene diferentes advocaciones, pero siempre está presente en la Iglesia. Cada una de ellas nos revela un aspecto de su personalidad y de su misión. Podemos invocarla como Madre de Dios, Inmaculada Concepción, Reina de los Ángeles, Estrella de la Mañana, Rosa Mística, Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Rosario, y muchas más.
La luna nos invita a contemplar a María, y María nos invita a contemplar a Cristo. Que este blog sea un espacio para compartir nuestras experiencias de fe y devoción mariana. Que cada foto sea una ventana para admirar las maravillas que Dios ha hecho en su sierva fiel. Que cada palabra sea una oración para pedir su intercesión por nuestra salvación.
Dios te bendiga.