Sopla
con tu presencia, sopla con tu amor, sopla con tu luz y mueve las hojas
secas de nuestras bajezas, mueve la pesada piedra que aun nos retiene
en el sepulcro del pecado. Limpia con tu presencia nuestros corazones
cansados y fatigados, concédenos la gracia de vivir uno de tus siete
dones y que los frutos se vean en el amor al hermano.
Espíritu
paráclito ilumina la vocación de los que hemos sido llamados al
sacerdocio, que seamos siervos fieles de Cristo nuestro salvador.
Nos renuevas con tu amor. Nos transformas con tu presencia. Nos unes con tu Luz.
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Hoy día del Seminario, una oración por todos los Seminaristas