Releía en estos días en el
tercer libro del Señor de los Anillos:
“… Siempre es así con las
obras que emprenden los Hombres: una helada en primavera, o una sequía en el
verano, y las promesas se frustran… y sin embargo, rara vez dejan de sembrar…”
Seguramente a más de uno nos
ha sucedido que a la primera dificultad o tropiezo, abandonamos, o quizá continuamos.
De pronto igual con los amigos, difícil de lograrlos ya que a la primera discusión
llegará el helado orgullo o quizá el seco rencor del verano. Más sin embargo,
nos esforzamos para que como amigos sobrevivamos ante estas heladas y las
muchas sequías.
Seguiremos sembrando semillas
de esperanza y confianza para que mueran y germinen a la verdad y libertad.
“Son los amigos los únicos que nos dicen cuando
tenemos la cara sucia”