Ante lo pálido de las paredes, notar el colorido de
la Salvación y de la Alegría. Ver al Nazareno que sin descanso va paso a paso cargando
con todo lo que nos hace daño.
Nazareno que a tu paso cambias lo pálido en
colorido, en alegría y frescor de ventilador por la tarde.
Nazareno que cargas con nuestra miseria, maldad y
pecado. Enséñanos a amarnos.
Nazareno, Jesús mi redentor, enséñanos a ser buenos
cristianos y a correr tras la Salvación.
Mueve corazones generosos para seguir trabajando por
la extensión de tu reinado.