Este es el
día de la Gloria, el día de la plenitud del amor, es Navidad porque Cristo
nació. No nos engañemos, ni nos dejemos embaucar, la Navidad tiene su sentido
en el cumplimiento de la promesa hecha por Dios, en enviarnos un Redentor y Libertador,
que se cumple en el nacimiento de Jesús, el Emmanuel, Mesías y Salvador.
Este día
queda eclipsado con la luz radiante del portal de Belén. Quedamos cautivados
ante la ternura y dulzura que inspira la presencia del recién nacido. Nos postramos
ante su llegada, nos abrazamos a su paz y disfrutamos del llanto dulce de su
voz.
Queridos hermanos
en Cristo el Mesías, que nuestra alegría tome su gozo de el Emmanuel “Dios-con-nosotros”.
Vivamos a plenitud la llegada del Niño Jesús. Feliz Navidad.