No podía
dejar pasar este hermoso día del Señor, sin alabarle y darle gracias por el don
tan inigualable de la vida. Sobre todo cuando esa vida se ve reflejada en amigos
que dan gracias a Dios por un año más de vida. Amigos que te alegran el corazón
y te demuestra lo hermoso de compartir este amor sincero que nace del Señor.
Son muchas
las amistades y contados los amigos que se pueden contar en mi haber. Para nadie
es un secreto el hecho de que creo fehacientemente en la amistad. Espero poder
ser consecuente con lo que digo, expreso y siento hacia cada uno de ellos. Estos
amigos son la muestra de que Dios me ama.
De Jorvi puedo decir que es un amante y defensor de la Santa Madre Iglesia a capa y espada. Le conozco desde que cursaba la primaria, fui su catequista de comunión y en varias ocasiones suplente de su maestra. Creció y se hizo catequista al igual que yo, juntos fuimos descubriendo al Señor en los niños de comunión. Es un joven que se relaciono con Jesús a temprana edad, se enamoro de Él y decidió por seguirle. De él admiro su determinación en el seguimiento de Cristo y amor incondicional a la Santa Madre Iglesia, a la que el mismo le agradece haberle enseñado todo lo que sabe. Decidió primero que yo entrar al seminario, se le hizo cuesta arriba, pero hoy cursa el I año de Filosofía en el mismo seminario que yo. Feliz cumpleaños Jorvi, que tu apellido “Santo” sea tu meta.
También Gustavo es seminarista y cursa el II año de Filosofía. De Gustavo, solo puedo decir que se ha hecho amigo sincero. De esos que se encuentran pocos, como los hilos marca elefante. Un joven que culminó su carrera universitaria en el propedéutico, que prefirió venir a ver cómo cultivar una vocación antes de ir a ganar tanto dinero como petróleo saliera del subsuelo. Es alguien que se esfuerza por amar a Cristo e imitarle en las virtudes que descubre en el prójimo. Puedo decir que su pensamiento es complejo (esto no quiere decir que es difícil), centrado y que busca a Cristo transformador de nuestras vidas. A ti te animo hoy Villalobos, para que conociendo a Cristo, te dejes transformar por Él y así llevarle a la grey que tanto le necesita. Feliz cumpleaños.
Es mucho lo
que puedo decir de ambos, pero lo más importante es que son mis amigos, que son
muchas las alegrías que pasamos, menos las molestias que nos soportamos y que
es suficiente las ganas de seguir a Cristo nuestro hermano mayor.
Gracias
Señor por tu amistad que se refleja en mis amigos y compañeros del seminario, bendíceles
y concédenos la gracias de “Besar el altar del sacrificio Eucarístico” algún día.