Las personas que asisten todos los domingos a la Santa Misa,
Los que se confiesan regularmente con un sacerdote, la recomendación es: (y los fieles responden a un solo coro) 15 días,
Los que estén casados por la Iglesia y viviendo un matrimonio de fidelidad,
Los novios deben de estar viviendo un noviazgo de pureza,
Los niños que estén presentes deben de haber hecho ya su primera comunión,
Les recuerdo a los que durante la misa estuvieron masticando chicle que no pueden comulgar porque no guardaron el ayuno eucarístico y de antemano les digo que en el templo no se debe masticar chicle,
Las mujeres casadas que se estén cuidando para no quedar embarazadas deben de estarlo haciendo con métodos naturales.
Y yo digo que la Santa Eucaristía es un banquete, ¡Vengan y coman! ¡No se queden con hambre!
Es un banquete en el que Dios Padre nos sirve el Cuerpo y la Sangre, el alma y la divinidad de su propio Hijo, hecho Pan celestial. Pan sencillo, pan tierno, pan sin levadura... Pero ya no es pan, sino el Cuerpo de Cristo. ¡Vengan y coman!
Sólo se necesita el traje de gala de la gracia y amistad con Dios, si no, no podemos acercarnos a la comunión, pues “quien come el Cuerpo de Cristo indignamente, come su propia condenación”, nos dice San Pablo (1 Cor 11, 27).
Ya saben una oración por mi perseverancia... Dios los bendiga.