Y se nos termina el Adviento. Se termina
la espera. Se apresura la salvación.
Cristo está a la vuelta del día, al
legar la noche Buena, se nos regala la Navidad, la llegada de la Salvación a la
casa de nuestro corazón.
Estemos en vela, estemos atentos,
el Mesías está cerca, a salvarnos viene. Quitemos los abrojos, arranquemos lo
malo que el eterno se abaja, para salvarnos el alma, rindámosle alabanzas a
quien hoy nos rescata.
Noche Gloriosa, noche Dichosa, el
cielo a la tierra besa, dejándola preñada de la alegría del Salvador. Apresuremos
nuestro corazón, en el habitar quiere, el Mesías y Salvador, Jesús nuestro
Redentor.