La alegría de tan inigualable noticia da vuelta al mundo entero y mantiene durante una semana la alegría de nosotros los cristianos, pues durante ocho días es el mismo día de Pascua. Por supuesto esta alegría debe ser perenne no de unos días, solo que por esta época del año se intensifica.

***Anécdota***

El viernes Santo, luego de la ceremonia nos fuimos caminando de la Catedral al Seminario, un par de kilómetros aproximada mente, de pronto menos.

Unos íbamos de sotana y otros de camisa manga larga blanca, todos punta en blanco. Comentábamos el desenvolvimiento de la ceremonia, la mucha gente que asistió y lo tardía que fue la adoración de la Cruz.

Faltaba poco para llegar y pasa un auto blanco, iba repleto de personas. Ambos coincidimos en una intercesión, el semáforo estaba en rojo cuando llegamos pero al instante cambio a verde, el auto arranco picando cauchos.

Nosotros como si nada esperamos y luego cruzamos la calle...cuando el auto llevaba algunos metros recorridos se escucharon unos cuantos gritos: “Tontos vallan a disfrutar la VIDA... y otras cosas más...”