María la luna hermosa.

17:23

La luna es un símbolo de la belleza, la pureza y la esperanza. Su luz ilumina las noches oscuras y nos recuerda que Dios está con nosotros. Hoy he tomado varias fotos de la luna, que quiero compartir con ustedes en este blog. Cada una de ellas me ha inspirado a reflexionar sobre la figura de la Virgen María, que es la luna de los cristianos.

María es la madre de Jesús y nuestra madre también. Ella nos acompaña en nuestro camino de fe y nos ayuda a acercarnos a su Hijo. Ella es la intercesora por excelencia, que ruega por nosotros ante el Padre. Ella es la que nos consuela en las dificultades y nos anima a seguir adelante. Ella es la que nos muestra el rostro de Dios, lleno de amor y misericordia.

La luna tiene diferentes fases, pero siempre está presente en el cielo. Así también María tiene diferentes advocaciones, pero siempre está presente en la Iglesia. Cada una de ellas nos revela un aspecto de su personalidad y de su misión. Podemos invocarla como Madre de Dios, Inmaculada Concepción, Reina de los Ángeles, Estrella de la Mañana, Rosa Mística, Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Lourdes, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Rosario, y muchas más.


La luna refleja la luz del sol, pero no tiene luz propia. Así también María refleja la luz de Cristo, pero no tiene gloria propia. Ella es humilde y obediente, siempre dispuesta a hacer la voluntad de Dios. Ella es el modelo perfecto de discípula, que escucha la palabra de Dios y la pone en práctica. Ella es el arca de la alianza, que lleva en su seno al Salvador del mundo.

La luna influye en las mareas, los ciclos biológicos y el calendario. Así también María influye en la historia de la salvación, los acontecimientos eclesiales y el culto litúrgico. Ella es la mujer del Apocalipsis, que combate contra el dragón y sus secuaces. Ella es la mediadora de todas las gracias, que distribuye los dones del Espíritu Santo. Ella es la corredentora, que coopera con Cristo en la redención de la humanidad.

La luna es bella y admirable, pero no se compara con el sol. Así también María es bella y admirable, pero no se compara con Cristo. Ella es la criatura más perfecta que Dios ha creado, pero sigue siendo una criatura. Ella es la madre del Rey de reyes, pero sigue siendo una sierva. Ella es la llena de gracia, pero sigue necesitando de la gracia.

La luna nos invita a contemplar a María, y María nos invita a contemplar a Cristo. Que este blog sea un espacio para compartir nuestras experiencias de fe y devoción mariana. Que cada foto sea una ventana para admirar las maravillas que Dios ha hecho en su sierva fiel. Que cada palabra sea una oración para pedir su intercesión por nuestra salvación.

Dios te bendiga.


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