El diario de una vocación...

20:27

Esta semana que finaliza ha sido de mucho trabajo en y para el Señor. Se inicia una nueva semana y con nuevas oportunidades para seguir siendo feliz. Un hermano seminarista fe ordenado Diacono, eso alegra y emociona, te demuestra que tu también puedes lograrlo. Aparte es muy cercano, se llama Isaac David Arrieta, le decimos desde siempre el Padre. Excelente futbolista, bueno en el piano y tremendo estudiante, ya hablaremos de el.

Como seminaristas vivimos diferentes etapas de nuestra formación antes de llegar al presbiterado, opción por la cual decidimos seguir a Cristo. Primero el discernimiento vocacional, eso puede durar muchos años antes de entrar, allí la decisión es tuya. Luego el centro vocacional, que es cuando decides conocer mas referente a esto del llamado vocacional. Allí vas conociendo, descubriendo y comenzando a comprometerte hasta que tú aceptes la invitación de hacer la experiencia del año propedéutico.

Durante el propedéutico que dura un año, se comienza a moldear el carácter y a dar herramientas que te ayudan en el discernimiento de tu proceso vocacional. Recordemos que toda nuestra vida es un proceso vocacional. Luego de ese año de propedéutico si los padres a los cuales estas encargado consideran que estas apto, pasas al Seminario Mayor. Allí la formación se divide básicamente en dos partes filosofía y teología. En una estarás 3 años y en la otra 4. Claro todo depende del empeño que le pongas, siete años en el mayor es lo legal. En los cuatro años que estas en teología se te van entregando varios ministerios a los que yo llamo pequeños incentivos que te ayudan a saborear la meta.

Primero es la admisión, esta por lo general se recibe finalizando el primer año de teología o comenzando el segundo. En este ministerio la iglesia es cuando te reconoce apto para la formación sacerdotal aquí es que eres legalmente seminarista.

Luego es el lectorado, que se debe recibir antes o durante la estadía (estudios) de tercero de teología, en este ministerio la iglesia te confía hacer las peticiones en la misa, celebrar la palabra y otras actividades más. Ya eres lector. Después llega el acolitado, que se recibe en el cuarto año de teología. Este es el ministerio del servicio en el altar. Al acolito le corresponde preparar el altar en ausencia del diacono.

Luego, antes de terminar cuarto año de teología o al terminarlo, (debemos tomar en cuenta que estos ministerios también dependen mucho de la venia de los padres formadores, ellos son los últimos en tomar la decisión, ese es su deber) llega la ordenación diaconal que amerita una serie de responsabilidades y compromisos. El diacono es el servidor de todos, a ejemplo de Cristo que vino a servir y no ser servido. Es como decimos en el seminario, el matrimonio con la Iglesia, prometes ser célibe por la causa del reino. Y te unes a Cristo servidor.

Esta semana nuestro hermano de comunidad Isaac David Arrieta, fue ordenado diacono, como ya les había dicho, ocasión para que el seminario se organizara y todos trabajáramos como lo que somos Una Familia en Cristo Jesús.

Una oración por todos nosotros seminaristas que aun vamos en la carrera…

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