Una Fe que da frutos...
14:13
Se apresura la salvación, el Mesías y Redentor del género
Humano, aunque muchos no lo quieran, viene a salvarnos.
Ya hoy celebramos el 4to Domingo del tiempo de Adviento. Momento
favorable de preparación para el nacimiento del éste Mesías y Redentor.
Lo cierto es que la liturgia de este día nos pone a pensar y
hace que reflexionemos sobre la respuesta a nuestra fe. Sí, eso mismo, nuestra
fe en ese Mesías que viene a salvarnos, aunque no lo queramos el viene, y
porque el mismo lo ha querido, ya lo hemos escuchado en la segunda lectura: “pues el Señor por su cuenta, nos dará una
señal”.
Tres actitudes importantes podemos sacar de esta liturgia
del último Domingo de Adviento:
1. La falta de fe hace que Acaz no quiera
comprometerse a lo que le señale Dios.
2.
La abundancia, en cambio, de humildad y temor de
Dios hace que José (hombre justo y bueno) tenga reparo en llevar a María, ya
que Dios la ha tomado para sí.
3.
Ni una fe deficiente ni una humildad excesiva
deben cohibir nuestra decisión de entregarnos a la tarea y misión que se nos
pide.
Dios tiene necesidad nuestra. (Una afirmación que muchos podrían
refutar) Debemos aceptar, como José después del anuncio del ángel, la
realización de nuestro papel en la historia de la salvación, aunque nos creamos
innecesarios. Aunque tengamos complejo de pequeñez ante la grandeza de Dios que
pide nuestra colaboración.
Precisamente en Jesucristo se nos dice que contamos con su
ayuda y su presencia, El es Dios-con-nosotros.
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