“…Y se
escuchó los cascos del caballo que galopaba a toda prisa, el Precursor aupaba al equino con fuerza, entro
al pueblo a toda velocidad gritando con vos a cuello: Es Adviento, Viene el Rey, llega con él la Parusía pues lo acompaña todo su sequito!!! Se aproxima la
salvación para nuestra tierra, una nueva era esta por inaugurarse. Allanen los
caminos, vístanse de gala que la Epifanía
de nuestro Rey se hará realidad en pocos días.”
Lo anterior es la vivencia
cotidiana griega de una región a la cual le visitaba el Rey. Aunque lo anterior
es sacado de los escondrijos de mi imaginación, el mensaje que contiene es
real. Pues era lo cotidiano en alguna región con dominación Romana helénica. Las
palabras griegas tenían un gran valor y significación.
Las primeras comunidades Cristianas
relacionaron muy pronto todas estas palabras y su significado con el verdadero
Rey, Jesús, el Emmanuel. Por ello hoy en día a los Cristianos nos hacen
referencias es a Jesús, no como en otrora a los emperadores o reyes.
Algunas palabras Griegas cristianizadas:
Precursor: El que iba delante del
Rey a anunciar su llegada y a preparar el camino, alertaba a la comunidad que
iba a ser visitada.
Adviento: Se usaba para designar la
visita del alguien muy importante, podría ser el mismo rey o emperador o alguno
de sus principales. Adviento viene de advenimiento, que viene alguien.
Parusía: La llegada del Rey
acompañado de todos sus ministros. Llegaba a juzgar en persona, dar
indulgencias y conceder benevolencia y bendiciones reales.
Epifanía: Era la manifestación del
poder del Rey o el Emperador, se manifestaba en la comunidad que visitaba y
esta podría cambiar la historia de ese lugar en un antes y después de la epifanía
del Rey.