La visitación de María a su prima
Santa Isabel nos debe invitar a imitar esta actitud inherente a todo cristiano.
Nos debe invitar a salir a tiempo y destiempo a atender al hermano. María la
servidora del Señor, sale presurosa a atender a su prima, nosotros aun hoy
cuando la comunicación es más sencilla, se nos hace difícil atender al que lo
necesita.
Somos cristianos porque venimos de
Cristo, de su Pascua y Resurrección. Atendamos pues a nuestros hermanos
necesitados, no nos olvidemos que al amar al otro, amo a Cristo, al ayudar al
otro ayudo a Cristo, al alimentar a otro es al mismo Cristo sufriente al que
estoy atendiendo. Ya el Papa Francisco nos lo ha recordado, miremos, toquemos y
descubramos en ese necesitado a Cristo.
Hermanos, no perdamos esta
oportunidad del encuentro con Cristo presente en el otro. Imitemos a María y
seamos presurosos y prontos para ayudar y servir.