El Señor se fio de mí...
7:44
No ha sido mi fuerza finita, tampoco mi humildad alardeante.
Aunque mi voz es la que resuena, es su mensaje el que se
escucha.
Ha sido su eterna misericordia, su amor insondable, su
claridad redentora.
Es su presencia que inspira, su poder que nos salva, su
mirada que nos cuida, el que en la cruz nos salva.
No he sido yo, ha sido su fuerza y poder, su garantía en el
llamado, su seguridad en la entrega.
Desde la vivencia de su misericordia es que puedo decir: “El
Señor se fio de mí” (Cf. 1Tm 1,12)
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