Algo que es imposible valorar
ahora nos falta perspectiva. Valorará, sin duda, su ejemplo en tantas
cuestiones, principalmente, en su gesto de humildad al retirarse
calladamente y seguir rezando junto a la Cruz.
En sus
escritos, Benedicto XVI nos ayuda a
comprender sus preocupaciones teológicas y sociales fundamentales, como el
regreso a los valores cristianos frente a la secularización de Occidente y la
critica al relativismo, que niega las verdades objetivas y morales.
·
Deus caritas est
(Dios es amor). Difundida el 25 de enero de 2006, La primera mitad fue escrita
por Benedicto XVI en alemán, su lengua natal, en 2005, y la segunda se deriva
de las obras incompletas de su antecesor, Juan Pablo II.
Es
también la primera encíclica registrada con derechos de autor. El documento
aborda el amor desde la perspectiva cristiana y el lugar que corresponde a
dios. Inicia con una reflexión de las formas del amor en la filosofía griega (eros,
posesivo y sexual; agapé, de sacrificio, y philia, centrado en la
amistad), así como sobre su relación con las enseñanzas de Jesús.
Sostiene
que el ser humano, creado a imagen y semejanza de dios, es capaz de practicar
el amor al entregarse a dios y los demás recibiendo el amor de dios en
contemplación, como lo hicieron la Virgen María y la santa Teresa de Calcuta.
·
Spe salvi. (Salvación por la
esperanza). La encíclica fue difundida el 30 de noviembre de 2007. En su
primera parte mantiene un enfoque teológico, pero recurre a ejemplos históricos
para destacar el valor de la fe en los hechos cotidianos, citando a la santa
Josephine Bakhita (canonizada en 2000) y el contraste entre su vida previa de
pagana africana con la que siguió tras convertirse al catolicismo que la
redimió.
Define
como revolucionario al papel de Cristo en el Imperio Romano y lo diferencia de
las revueltas sociopolíticas de su época, como las liberaciones de Espartaco y
de Barrabás, así como la rebelión judía encabezada por Simón bar Kochba.
La
nueva esperanza de Cristo, afirma, trajo el encuentro con el dios de todos los
dioses y con el dios viviente y por ello, con una esperanza más fuerte que
todos los sufrimientos, que transformó a las vidas y al mundo desde adentro.
·
Caritas in veritate.
(Amor en la verdad). Difundida el 7 de julio de 2009, en el día de San Pedro y
San Pablo; dedica su introducción y 6 capítulos a los temas del hambre, medio
ambiente, inmigración, turismo sexual, bioética, energía y solidaridad social.
Condena al sistema económico prevaleciente, "donde los efectos perniciosos
del pecado son evidentes" y pide descubrir la ética en las relaciones
empresariales y económicas.
Subraya
que si bien la caridad está en el corazón de la doctrina social de la iglesia,
debe vincularse a la verdad para seguir siendo una fuerza de bien.
Sin la verdad, expone, el amor puede convertirse en un "cascarón vacío" que se llenará con influencias emocionales que en el peor de los casos podrían llevarlo a su polo opuesto. De manera similar, las acciones sociales sin la verdad pueden terminar "sirviendo a los intereses privados y la lógica del poder".
Sin la verdad, expone, el amor puede convertirse en un "cascarón vacío" que se llenará con influencias emocionales que en el peor de los casos podrían llevarlo a su polo opuesto. De manera similar, las acciones sociales sin la verdad pueden terminar "sirviendo a los intereses privados y la lógica del poder".
Fuentes: www.elfinanciero.com y www.primeroscristianos.com
Hace un par de días, hablaba con un
compañero del seminario sobre diversos temas que nos atañen como seminaristas y
como venezolanos.
Como venezolanos nos preocupa la situación
que vivimos en nuestro país, es necesario un cambio para bien, apuntando a la
igualdad y prosperidad de todos nuestros coterráneos.
Como seminaristas, disertábamos sobre
el pontificado de Benedicto XVI. A nuestro modo de ver, uno de los pontificados
más prospero y brillante en la historia de la iglesia moderna.
Y es que, Benedicto XVI, nos enseñó
a amar a la Iglesia, no por pura filantropía, ni por pura moda; nos enseñó a conocer
el misterio de nuestra fe. A estudiarlo, a usar nuestro conocimiento finito,
para acercarnos a la magnificencia de la infinitud del Creador.
Benedicto XVI, nos enseño a ser
libres en el amor de Cristo. A seguir dejándolo todo por Aquel que es la razón de
nuestra fe y nuestra vocación.
En estos momentos, de Sede Vacante,
nos abandonamos en las manos de Nuestro Señor Jesucristo, confiamos en Ti,
Señor.