Saludos espero que todos estén bien.
En estos días escuche una historia referente a un país que estaba habitado por hoyos de distintos tamaños y profundidades. Estos estaban diseminados por toda la región y convivían entre sí. En cierta ocasión los hoyos comenzaron a llenarse de diferentes cosas, basura, objetos viejos, otros se forraban de oro, plata o diamantes, pensando en que allí estaba la tranquilidad y felicidad, cualquier cantidad de cosa que pasara cerca se lo tragaban y así iban creciendo, muchos querían ocupar el espacio de otros, se volvieron intolerables y avaros.
Uno de los hoyos comenzó a darse cuenta que no era correcto que se llenara de tantas cosas inútiles y comenzó a botar todo lo que tenia adentro, siguió escarbando en sus profundidades y consiguió una vena de agua subterránea, los vecinos se burlaban de él, llamándolo tonto por vaciarse y llenarse solo de agua. Mientras pasaba el tiempo el hoyo se convirtió en un pequeño estanque de agua cristalina, poco a poca las plantas comenzaron a nacer a su alrededor y un tapiz verde comenzaba a cubrir la tierra de su alrededor, pronto llegaron animales a beber agua en ese pozo. El hoyo ahora era muy feliz al poder ayudar a otros y comenzó a motivar a sus vecinos a que hicieran lo mismo, muchos ya estaban acostumbrados, otros se les hacía imposible pensar en dejar sus cosas lujosas o sucias. Pero ante la insistencia del hoyo lleno de agua unos que otros comenzaron a ceder y a intentarlo; al poco tiempo el país de los hoyos feos y llenos de basura cambia a un jardín hermoso y lleno de muchos estanques donde la vida y la alegría deleitaban a los transeúntes.
De pronto he formado o transformado la historia que escuche, pero muchas veces nosotros nos llenamos de cosas inútiles y no dejamos que lo bueno nos llene y de esta forma ayudarnos a nosotros mismos y al os demás. También ocurre así con la vocación en el seminario, depende de las ganas de recibir o de llenarme del agua de Cristo para poder continuar adelante en el llamado que he recibido.
Hoy termino una etapa de mi formación sacerdotal, He pasado al primer año de Teología, este año académico he hecho lo posible por sacar lo innecesario y llenarme de lo bueno que contiene Cristo, de reflejar la alegría de ser Seminarista, de llevar con gusto y animo este proceso vocacional.
Aun faltan las misiones que son 15 días y es allí donde podre poner en práctica lo vivido este año académico en el seminario. Permita el Señor que de su agua de la que se ha llenado el poso de mi vocación pueda sacar y repartir a la comunidad.
Una oración por mi perseverancia y por un amigo.
Cuando Israel recibió el maná, en un vaso se colocó un poco para conservarlo, y ese vaso nunca fue tocado. En ti, María, Jesucristo fue concebido por la acción del Espíritu Santo y la gloria de vuestra virginidad no perdió nunca su brillo. Tú nos has conservado de manera inefable el maná milagroso, el maná que pone final a las sombras, el maná misericordiosamente simbolizado en ese que caía cada día para ser el sostén de Israel.
Tú sirves a los hombres el verdadero pan de los ángeles, ese pan que nació de tus entrañas para salvar a los pecadores. El pan del viajero, salvación de los desventurados, por encima de cualquier otro alimento, que no debe ser pasto de los perros. Pan delicioso, pan que alegra nuestros corazones, pan que lubrica nuestras almas, digno de todo nuestro amor, el pan por excelencia, motivo de nuestras alabanzas; alimento que debemos preferir a cualquier otro, cuya dulzura es incomparable.
Un fraterno saludo y por favor eleven una oración por mi perseverancia y por un buen amigo.
El conocimiento es poder, el dinero es poder, la fuerza es poder. Pero… ¿de que vale el poder sin conciencia de lo malo o bueno? Sin esta ciencia el poder se desvirtúa y ya no es poder.
El poder mueve el mundo y también lo detiene. El poder abre y cierra puertas, construye y destruye. El poder es poder. Y esto trae consigo muchas implicaciones, deseos, anhelos y tristezas.
Debemos tener sumo cuidado con el poder, ya que como seres contingentes que somos, lo podemos poner a nuestra merced y hacer de el lo que no es.
En la trilogía del Señor de los Anillos me llama la atención en como se maneja el termino de poder en sus personajes. Me refiero en este caso a Saruman y a Gandalf, ambos magos hechiceros pertenecientes a los cinco Istair que llegaron para ayudar en la lucha contra el señor oscuro Sauron.
Saruman el Blanco era el más poderoso de los magos, tenia el poder, era su guardián y muchos acudían a el. Por mucho tiempo hizo el bien, hasta que se deja seducir por querer mas poder al querer obtener el anillo único y se convierte en un títere de su propio poder y ahora deformado por Sauron.
Por otro lado Gandalf llamado el Gris era el más sabio de los magos, tal vez con los mismos poderes de Saruman, pero en menor grado. Es fiel seguidor de las normas y ante la insistencia de Saruman en envenenar su poder, no cede; y sufre la furia del poder deformado de Saruman. Logra sobrevivir con la ayuda de sus amigos.
Hermanos esto es un ejemplo preclaro de que el poder deformado cada vez quiere dominar a más y más personas que estén a su alrededor. El verdadero poder no domina, libera al hombre. El verdadero poder es justo y busca el beneficio de todos. Cristo con todo su poder concedido por el Padre y ante el cual toda rodilla se dobla, no lo uso a su beneficio, sino en función de los más necesitados, Jesús ama a los pobres.
¿Y nosotros que hemos logrado hacer con el poco o mucho poder que se nos ha concedido?
Hablar de alguien es conocerle, saber de el o por lo menos haber oído de el. Conocemos de oídas, de leídas o por que nos lo cuentan. O lo que en filosofía llamaríamos conocimiento empírico y científico.
Hemos celebrado el pasado 25 de junio la Natividad de San Juan Bautista. Este profeta tan particular es una de las tres figuras que en la iglesia se le celebra su nacimiento (por lo común se celebra su nacimiento a la patria celestial) las otras dos personas son la Beatísima Virgen María y Nuestro Salvador Jesucristo.
A San Juan Bautista tenemos tres formas de conocerlo. La primera es por boca del Ángel del Señor: “…Juan; Será para ti una grandísima alegría, y serán muchos los que se alegren de su nacimiento, porque va a ser grande a los ojos del Señor… se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre de su madre, y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios. El irá por delante… preparándole al Señor un pueblo bien dispuesto (Lc. 1, 13-17)”.
El segundo en hablar de Juan Bautista es su padre Zacarías: “…Juan es su nombre. Todos se quedaron sorprendidos. En el acto se le soltó la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios (Lc. 1, 63-64)”. Y el tercero en hablar de Juan Bautista es la comunidad, sus vecinos: “Verdaderamente la manos de Dios esta sobre este niños (Lc. 1, 66)”.
Ahora bien hermanos; que dice la gente de nosotros, nuestros padres, Dios. ¿De que manera nos damos a conocer? Como Cristianos estamos llamados a ser testigos de Cristo, discípulos de Él. Juan Bautista hablo de Cristo antes de conocerlo “Preparen el camino del Señor”.
Y nosotros que ya hemos conocido a Cristo, que hacemos por hablar de Él.
Dios te bendiga, una oración por mi y mis amigos.
Saludos gente…
En estos días estamos de intensivo en el seminario y hemos tenido una semana de Derecho Matrimonial con un sacerdote español radicado en Venezuela desde hace más de 40 años en el estado Táchira. El Padre Feliciano Temiño Diez, es abogado de la República Bolivariana de Venezuela y doctor en Derecho canónico de la Iglesia Católica. Perteneció a la congregación de los Agustinos y luego se hizo Diocesano, da clases en el Seminario de San Cristóbal y en la Universidad.
Con un estilo muy particular vivimos una semana de conocimiento puro, lleno de experiencias y de la alegría que caracteriza al Padre Temiño. “Pues hombre, las cosas hay que llamarlas por su nombre” “hay que sacarse el rancho de la cabeza” “Yo hago fácil lo difícil” nos decía el padre, nos invitaba a que estudiáramos, que no nos dejáramos llevar por el desanimo, que un sacerdote bruto es muy peligroso para la Iglesia y que nosotros que estamos en plena formación debemos esmerarnos por aprender.
El padre Feliciano nos presidia la Eucaristía diaria en el seminario y sus homilías impregnadas con su indudable acento español, llegaban cargadas de experiencias y anécdotas que a la luz del evangelio nos incitaban la lucha por el ideal de la santidad en el seguimiento a Cristo.
Verdaderamente fue una semana que la pasamos de “los mas sabroso” decía el padre en la misa que celebrábamos en la mañana antes de que partiera a San Cristóbal. Dios permita que podamos poner en práctica las virtudes que irradia el padre Temiño y que lo aprendido en clases nos sea útil para nuestro futuro ministerio pastoral.
Posdata: Hoy el ángelus del seminario lo ofrecimos por los Blogueros católicos… Permita el Señor que por medio de esta herramienta de evangelización logremos llevar su Palabra Viva y Eficaz.
Una oración por mis amigos…