🐑 Domingo del Buen Pastor: Un llamado al amor y a la vocación
12:20Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Este domingo celebramos una jornada profundamente significativa en nuestra Iglesia: el Domingo del Buen Pastor. Esta celebración nos invita a contemplar a Jesús como el Pastor que da la vida por sus ovejas y a renovar nuestra gratitud por los sacerdotes, llamados a ser pastores según el corazón de Cristo.
¿Quién es el Buen Pastor?
Jesús se presenta a sí mismo diciendo: “Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da la vida por sus ovejas” (Jn 10,11). Él no es un pastor cualquiera, sino uno que conoce profundamente a cada uno de nosotros. Conoce tu nombre, tus luchas, tus sueños, tus heridas y tus anhelos más íntimos.
Él nos cuida con ternura, nos protege del mal, nos guía por caminos de verdad y vida, y cuando nos alejamos, no descansa hasta encontrarnos y traernos de vuelta a su amor. ¡Qué inmenso consuelo saber que estamos siempre en sus manos!
El sacerdote: rostro del Buen Pastor en medio del pueblo
En esta jornada también recordamos con gratitud a quienes, por vocación, han sido configurados con Cristo Buen Pastor: los sacerdotes. Ellos son signo visible de su presencia y cuidado entre nosotros. ¿Cómo?
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Nos guían en la fe: A través de la Palabra, la Misa, la catequesis y el acompañamiento espiritual.
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Nos alimentan espiritualmente: Con la Eucaristía y la reconciliación, ofreciéndonos a Cristo mismo como alimento y medicina del alma.
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Nos acompañan y consuelan: En momentos de alegría o dolor, en las decisiones importantes, en la vida familiar y comunitaria.
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Entregan su vida: Como Jesús, viven para servir, muchas veces en el silencio, en el sacrificio, y con gran amor.
Acompañar, valorar y orar por nuestros sacerdotes
Hoy más que nunca, nuestros pastores necesitan del apoyo y el cariño de sus comunidades:
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Valora su entrega: Una palabra amable, un gesto de gratitud, una sonrisa pueden sostenerlos en su misión.
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Ofréceles tu ayuda: En la vida parroquial, en la misión, en lo cotidiano.
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Ora por ellos: Para que sean santos, fieles, valientes y alegres en su vocación.
Una Iglesia que escucha y llama
El Domingo del Buen Pastor también es la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. El Papa Francisco nos ha recordado que la vocación cristiana nace de la escucha: “En el silencio, en la oración, en la escucha de la Palabra, descubrimos que Dios nos llama por nuestro nombre”.
Pidamos al Señor que siga llamando a jóvenes generosos, que digan “sí” a su llamada. Que nuestras comunidades sean tierra fértil donde germinen vocaciones sacerdotales, religiosas, matrimoniales y misioneras.
Jesús, Buen Pastor, gracias por tu amor infinito. Gracias por los sacerdotes que nos conducen hacia ti. Haznos también a nosotros pastores unos de otros, en la caridad y el servicio.
Con afecto pastoral,
Pbro. Silverio Osorio
Párroco de San Isidro Labrador – Arquidiócesis de Maracaibo
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