Alabar desde la adversidad...
20:18
“No hagas crítica negativa: cuando no puedas alabar,
cállate” (San Josemaría, camino 443)
Cuentan que había una viejecita irlandesa que nunca
hablaba mal de nadie, siempre encontraba algo bueno en la peor de las personas.
Un día falleció un hombre que parecía atesorar en sí todas las miserias
humanas: era ladrón, borracho, peleón, pegaba a su mujer y a sus hijos… era un
estorbo para la comunidad.
La noche del velatorio, la viejecita llegó a la sala
donde se iba a rezar el Santo Rosario por el difunto. Todos miraron y se decían
por dentro: de éste sí que no podrá decir nada bueno. La viejecita estuvo un
momento callado; parecía que efectivamente no sabía que decir. Pero habló:
-Ciertamente sabía silbar. Daba gusto oírle cuando pasaba todas las mañanas por
debajo de mi ventana. Le echaré mucho de menos.
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