Soy el padre Silverio Osorio, con 8 años de sacerdote. Estoy muy feliz de ser sacerdote y de servir a Dios y a su pueblo. Hoy quiero compartirles un poco de mis responsabilidades como sacerdote en la Arquidiócesis de Maracaibo. 

Actualmente soy el párroco de la parroquia San Isidro Labrador, una macroparroquia conformada por 7 comunidades filiales que poco a poco hacemos lo posible de extender el Reino de Dios en estas tierras. También soy capellán del Hogar Santa Cruz, una casa de acogida para Ancianitos, regentado por las Hermanitas de los Ancianos desamparados. Allí comparto con ellos momentos de oración, catequesis, recreación y alegría. 

Además, soy vicecanciller de la arquidiócesis, trabajo junto al arzobispo Señor Canciller y a otros sacerdotes y laicos en la administración y el gobierno de la Iglesia local. Entre las funciones están en ayudar al arzobispo en la gestión de los documentos eclesiásticos, como las actas bautismales, matrimoniales, defunciones, etc., así como en la comunicación con otras diócesis o con el Vaticano. 

En mi tiempo libre, me dedico a la fotografía como una forma de relajarme y de contemplar la creación de Dios. Me gusta salir a caminar por los campos o por las calles y capturar con mi cámara lo que veo: las flores, los animales, los niños jugando, las personas trabajando, etc. También me gusta fotografiar las iglesias, los santos, las procesiones y otros elementos religiosos que reflejan la fe del pueblo venezolano. A través de mis fotos, quiero transmitir un mensaje de esperanza y de alegría. La fotografía es para mí una forma de expresar mi fe y mi gratitud por todo lo que me rodea.

Como ven, tengo una vida muy variada y llena de desafíos, pero también de bendiciones. Cada día le pido al Señor que me dé la gracia de ser fiel a mi vocación y de ser un instrumento de su amor en el mundo; de cercanía de los hombres con Dios. 

Les agradezco sus oraciones y su apoyo. Les invito a seguirme en mis redes sociales @padresilverio78, donde comparto más sobre mi ministerio y mis fotos. 

Que Dios los bendiga siempre.